domingo, 21 de noviembre de 2010

Yann Tiersen en concierto

Yann Tiersen emociona a Madrid

Tenía una espinita clavada. Cuando vivía en Montpellier, el músico francés Yann Tiersen dio un concierto en la sala Rockstore, en la que pasé después unas cuantas noches míticas, tantas risas con gente especial a la que me unen vínculos que ni el tiempo ni la distancia podrán destruir, aunque de algunos lo que quede sea ya únicamente el vínculo del recuerdo.

No fui a ese concierto en Montpellier, no sé muy bien por qué, quizá por el dinero que costaba la entrada, yo era estudiante por aquel entonces (en realidad lo sigo siendo, aunque ya no estoy matriculado en ninguna universidad, de estudiar no sé acaba nunca...), quizá porque no sabía demasiado de Tiersen, pero el caso es que no fui. Una amiga, que sí lo hizo, me dijo tras el concierto que Yann Tiersen era un semidios, que sólo le faltaba ser inmortal para ser un dios.

Y después escuché una y otra vez la Banda Sonora de Amélie, mi banda sonora favorita de todos los tiempos, que me pone los pelos de punta y me entran ganas de llorar con sólo escuchar los primeros acordes, lágrimas de emoción mezcladas con melancolía de un tiempo pasado que ya no volverá, lágrimas de felicidad que no llegan a brotar nunca, porque los chicos no lloran, como dijo Miguel Bosé. Y escuchando a Yann Tiersen y pensando en aquel concierto al que no fui, se me clavó una espinita.

El pasado martes, cuatro años después, me la quité. Yann Tiersen venía a mi Madrid para abarrotar La Riviera, testigo de otras cuantas noches míticas. Es lo que me gusta de la capital, que respira cultura, que la gente se mueve tanto, que no para de moverse, que paga por disfrutar de ella, porque la cultura es un bien por el que merece la pena pagar. En cada esquina hay conciertos, ciclos de cine, exposiciones de fotografía. También hay muchísimas  actividades gratuitas. Pero Madrid no te pone las cosas fáciles, no te arrastra hasta ellas, sino que exige que los ciudadanos formen parte activa de la ciudad. Y no es válido el letargo. Hay que moverse, buscar, seleccionar... y entonces se consigue respirar esa cultura que exhala la ciudad por los cuatro costados.

Yann Tiersen llegó a Madrid para emocionar aquí también. El multiinstrumentista se aleja de los circuitos comerciales, no le hacen falta y no los quiere. Y sin detenerse apenas en la banda sonora que le otorgó el reconocimiento mundial consiguió que el público aplaudiera entusiasmado. Tiersen presentó Dust Lane, su último trabajo en el que explora nuevos sonidos, más oscuros, mucho menos luminosos que aquellos de Amélie. En el escenario estuvo acompañado por una banda de músicos que le dieron al conjunto un sonido compacto. La mayoría de las nuevas canciones tienen un crescendo que eleva la musicalidad y hace que explosionen en un apocalipsis de sonidos que aceleran el pulso.

No estoy seguro si es un semidios, como decía mi amiga, pero sí sé que cada vez que cogía el violín conseguía que naciera esa magia especial, que la ruidosa Riviera callara para escuchar, respetar y disfrutar con su virtuosismo. Calidad superior.

10 comentarios:

  1. es un gran artista, un gran músico, casi un genio! vale la pena escucharle en directo para sentir esa pasión que le echa a su obra :D

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  2. Yo también disfruté mucho del concierto, aunque me molestó un poco lo ruidosa que estaba la gente, y no me gustaron mucho las versiones que hizo de sus grandes clásicos, como por ejemplo de Amelie. Ahora, cuando cogía el violín, sí llegabas a pensar que era un semidiós. También ha sido la primera vez que veía a Yann Tiersen después de perdérmelo varias veces, y me alegro mucho de haber tenido el privilegio de haber podido verle. Un abrazo

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  3. Hoal Ismael!

    Yo también estuve allí,..., así que veo que compartimos algún que otro gusto más, jajaajj

    Desde la Ignorancia, Lucas Liz.

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  4. David, la verdad es que fue genial escucharle en directo, siempre se siente muchísimo más la música en directo.

    Carol, jejeje, estaban ruidosos, sí, pero cuando cogió el violín todo el mundo callado ;) la verdad es que fue un privilegio verle. Quizá la solución para evitar el ruido es que la próxima vez que venga el concierto sea en el palacio de congresos o en otro teatro, no?

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  5. Lucas, qué fuerte!!! no sabía que eras de Madrid! vaya, si lo llego a saber hacemos una quedada bloguera ;)

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  6. Bueno Ismael, ya ves, al final las cosas llegan; los violinistas tienen algo especial, siempre consiguen emocionarnos.

    Gracias por tu comentario; ya que no hemos estado en esa fecha, te remito a un seguidor nuestro, Gus. Su web es GusPlanet, es un tío genial, y vive en París. Seguro que podrá comentarte algo.

    Un saludo!

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  7. Upss, no pita el link, aquí te dejo la web:
    http://gusplanet.blogspot.com/

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  8. Muchas gracias guisantes! ya he escrito a Gusplanet!!

    Un abrazo muy fuerteee!!!

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  9. Pues no sabía que Yann Tiersen era el compositor de la banda sonora de Amélie. ¡Oye! en Cristina Aguilera no coincidimos, pero en esto .... sí, sí, sí. Me encanta (en uno de mis blogs tengo en la cabecera a esta Amélie).
    Pero, eso sí. No lloro. Soy muy dura :P

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  10. http://niponcafe.blogspot.com26 de noviembre de 2010, 12:27

    Gracias por la entrada! Me encanta Tiersen. Mi hermana ha empezado a estudiar piano por culpa de mi afición a Tiersen, pero sobre todo por la suerte de poder tocar su deliciosa música.
    Mata ne! aoi

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