Se acaba este 2018 bonito y calmado, que trajo a mi vida viajes y momentos inolvidables, como aquella noche de agosto en la que todo cambió ❤️. Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años. Años que van tan rápido que incluso me cuesta creer que hayan transcurrido 365 días.
En 2018 estrenamos una vida juntos y un hogar, desde el que la ciudad de Tegucigalpa se baña de luz templada cada tarde. Y viajamos -mucho, en mi caso, por trabajo-...