
Nos hemos comido el año a bocados. A besos y a risas. Oigan, que ni me he dado cuenta. El 2017 se me ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Empezó marcado por nuevos retos profesionales en un ámbito al que he estado unido desde que comencé mi trayectoria laboral: la migración. Y ha sido muy bonito trabajar por las personas migrantes hondureñas, las que se quieren marchar, las que han vuelto y las que están fuera. Un año de continuos viajes de...