El año más intenso. Intenso porque decidí marcharme para hacer algo en lo que creo de verdad, aunque en el camino he perdido algunas cosas que me importaban tanto. Quizá la vida son decisiones, y hay que ser coherentes con ellas y asumir los riesgos, porque, ya saben, el que no arriesga no gana. Y ahora, echando la vista atrás a este año en el que he vivido en Honduras, en el que ha habido momentos maravillosos profesionales y personales y otros...