
Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. He estado unos días en Nicaragua, descansando, y ayer, cuando regresé a Tegucigalpa pensé que tenía que tenía que escribir esta entrada por los siete años compartiendo historias, pero me pudo el cansancio y lo hago ahora, desde mi oficina, robándome tiempo a mí mismo para dedicarlo a vosotros, que habeis estado acompañándome durante todo este tiempo, cuando se publicaron mis novelas, cuando he estado...