
El mundo es una calle.
Que puede ser inmensa.
Lo cierto es que cuesta hablar de una novela como esta, que está tan viva por ser tan cierta, que es un lago hermoso y a la vez, si te adentras en sus aguas, sucio, por estático. Repito: es difícil hablar de El mundo.
Está novela es pura fantasía. Y a la vez, pura realidad. Son las memorias de infancia de un niño, Juanjo, en una calle que le servía de refugio ante un mundo hostil....