
Albert Espinosa se mantiene fiel a sí mismo en su nueva novela: Brújulas que buscan sonrisas perdidas. Algo más triste, quizá. Porque desde el principio son demasiadas las cosas dramáticas que ha de conocer el lector, sin anestesia, sin preparación. Y ese aire trágico enturbia el aire. Esposas muertas, hermanos muertos, madres muertas. Demasiado horror contado entre la ligereza y la pedantería por el protagonista, Ekaitz.
Estamos ante la...