
Son muchos los regalos recibidos a raíz de la publicación de mis novelas. Todos ellos, entiéndanme, tienen poco que ver con bienes materiales. Gracias a la publicación de Luz de libertad y de La lágrima de la India he recibido palabras hermosas, correos personales de lectores en los que explicaban cómo cierta parte se asemejaba demasiado a su vida o a su carácter; he podido conocer a gente -no siempre físicamente- que se ha implicado realmente...